2 MARZO

Algunos de nosotros fomentamos a propósito el drama para liberar nuestras emociones, hacer que la olla hierva, e infundir un poco de dinamismo en nuestras vidas. Pero a veces podemos provocar problemas en áreas donde estaríamos mejor sin ellas. Convertir nuestro hogar en un campo de batalla no lo hace un buen lugar para vivir.

A veces, cuando estamos estresados, lo único que queremos es echar fuera esas emociones. Y qué mejor forma de echarlas fuera que entablando un buen pleito a la antigua. Sólo asegúrate de no convertir en enemigo a alguien que más te valdría tener como amigo. Y cuídate también de no descargar tu estrés en un espectador incauto, un amante, un miembro de tu familia o un amigo.

“Hoy me liberaré de mi necesidad de provocar dramas disfuncionales en mi vida. Cuidaré que no descargue mi estrés en las personas que amo. Y si lo hago, mostraré otra forma de liberar mis emociones”.

Buen día