viernes, 18 de marzo de 2016

18 MARZO

Me he dado cuenta de que tengo que perdonar a otros en todas las situaciones a fin de mantener un verdadero progreso en mi vida. Puede que, a primera vista, la importancia vital del perdón no me resulte obvia, pero debo insistir fuertemente en ello.

Tengo que perdonar las injurias, no solamente con palabras, o por cumplido, sino con mi corazón. No hago esto en beneficio de la otra persona, sino por el mío propio. El resentimiento, la ira o el deseo de ver que alguien sea castigado son cosas que corrompen mi alma. Tales cosas me encadenan a mis dificultades. Me atan a otros problemas que no tienen nada que ver con mi problema original.

“El amor y la tolerancia para con otros son nuestro código”.


Buen día

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