lunes, 30 de mayo de 2016

30 MAYO

30 MAYO

En ocasiones me dedico a buscar soluciones a mis problemas. Mis preguntas con frecuencia comienzan con estas palabras: ¿Qué pasaría sí...?. A esto le llaman “proyectar”, es decir, tratar de imaginar lo que podría suceder. El futuro, aun tan cercano como el día de mañana, es un libro cerrado. No podemos saber lo que nos depara, y cuánto más temamos el desastre, tanto más lo atraemos. El hecho de que el pasado haya sido infeliz, no es razón para que el futuro también lo sea.

“El hecho de contemplar el futuro con confianza constituye una garantía de salud mental y física. Cuando cultivamos emociones positivas, nos preparamos para enfrentar chascos cuando éstos se presenten. El anticiparse en forma negativa tan sólo aumenta el impacto de los incidentes desagradables. ¡Mejoremos nuestra perspectiva! “


Buen día

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