martes, 10 de mayo de 2016

10 MAYO

La mayoría tenemos pánico de mirarnos, de indagar dentro. Tenemos miedo de que si examinamos nuestras acciones y motivaciones, descubramos un agujero negro sin fondo de egoísmo y odio. Pero al hacer el inventario de nuestra vida veremos que esos temores eran injustificados. Somos humanos –como todo el mundo- ni más, ni menos.

Todos tenemos rasgos de personalidad de los cuales no estamos especialmente orgullosos. En un mal día, quizás pensamos que nuestros defectos son peores que los de nadie. Por momentos dudamos de nosotros, cuestionamos nuestras motivaciones, y hasta nuestra misma existencia. Pero si pudiéramos leer la mente los demás, veríamos los mismos conflictos. No somos ni peores ni mejores que nadie.

Sólo podemos cambiar lo que reconocemos y comprendemos. En lugar de seguir asustados de lo que tenemos enterrado dentro, podemos sacarlo a la superficie. Ya no nos asustará, y la brillante luz que arroja el conocerse a sí mismo hará florecer nuestra nueva vida.


“Tengo miedo de lo que no conozco. Expondré mis miedos y dejaré que se desvanezcan”.

Buen día

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