20 MAYO
Al parecer, la mayoría
juzgamos inconscientemente lo que nos pasa en un día como algo bueno o malo, un
éxito o un fracaso. Tendemos a sentirnos felices por lo “bueno” y enojados,
frustrados o culpables por lo “malo”. Aunque a menudo, los sentimientos buenos
o malos tienen poco que ver con lo que de verdad es bueno o malo para nosotros.
Puede que aprendamos más de nuestros fracasos que de los éxitos, especialmente
si el fracaso es fruto de habernos atrevido a algo.
Asociar juicios de
valor a nuestras reacciones emocionales nos ata a viejas formas de pensar.
Podemos cambiar nuestra forma de ver los incidentes de la vida cotidiana,
tomándolos como oportunidades de crecer, no como algo bueno o malo. Podemos
buscar lecciones en vez de asignar valores. Cuando lo intentamos, aprendemos
algo nuevo cada día. Nuestro inventario diario es una herramienta excelente
para evaluar los acontecimientos cotidianos y aprender tanto del éxito como del
fracaso.
“Hoy me daré la
oportunidad de aplicar los principios de aprender y crecer. Tengo éxito cuando
aprendo de los acontecimientos de la vida”.
Buen día
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