viernes, 20 de mayo de 2016

20 MAYO

Al parecer, la mayoría juzgamos inconscientemente lo que nos pasa en un día como algo bueno o malo, un éxito o un fracaso. Tendemos a sentirnos felices por lo “bueno” y enojados, frustrados o culpables por lo “malo”. Aunque a menudo, los sentimientos buenos o malos tienen poco que ver con lo que de verdad es bueno o malo para nosotros. Puede que aprendamos más de nuestros fracasos que de los éxitos, especialmente si el fracaso es fruto de habernos atrevido a algo.

Asociar juicios de valor a nuestras reacciones emocionales nos ata a viejas formas de pensar. Podemos cambiar nuestra forma de ver los incidentes de la vida cotidiana, tomándolos como oportunidades de crecer, no como algo bueno o malo. Podemos buscar lecciones en vez de asignar valores. Cuando lo intentamos, aprendemos algo nuevo cada día. Nuestro inventario diario es una herramienta excelente para evaluar los acontecimientos cotidianos y aprender tanto del éxito como del fracaso.


“Hoy me daré la oportunidad de aplicar los principios de aprender y crecer. Tengo éxito cuando aprendo de los acontecimientos de la vida”.

Buen día

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