9 MAYO
Examinaré con honradez
y minuciosidad mis motivos personales, porque necesito pensar profundamente en
mis actitudes y acciones.
Si estoy confundido,
preocupado, exasperado o frustrado, ¿racionalizo la situación y echo la culpa a
otros? ¿O bien puedo admitir honradamente que se trata de mi propia culpa? Mi
paz mental depende de que yo venza mi actitud negativa. Debo tratar, día tras
día, de ser honrado conmigo mismo.
“Culpamos a los demás
de cosas insignificantes, pero pasamos por alto nuestros grandes defectos. No
vacilamos en captar y en sopesar los sufrimientos que otros nos causan, pero no
nos importa lo que los demás puedan
sufrir por culpa de nosotros”. Tomás de Kempis.
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