14 MAYO
El perdón es una
acción que debe repetirse con frecuencia. Aunque me haya ocupado de mis
sentimientos y haya perdonado a alguien que me ha herido, incluyéndome a mí,
puedo sentir dolor cuando vuelven a surgir heridas antiguas. Esto me indica que es hora de hacer un examen
al azar y pasar nuevamente revista al resentimiento en mi vida.
La toma de conciencia,
es esencial; ésta me advierte cuando los viejos resentimientos vuelven a
asaltarme. Cuando eso ocurre, empiezo a extirpar los motivos por los que me
aferro al resentimiento y sacarlo después a la superficie. Luego estar
dispuesto a que se elimine el resentimiento para reparar el mal causado por éste. Es importante asegurarme de que el
resentimiento haya sanado de verdad. Y descubrir que repetir el camino mediante el perdón me ha liberado y me alejo
del dolor. Al final experimento una libertad maravillosa. El resentimiento me
mantiene atrapado en el egocentrismo. El perdón me libera para concentrarme en
mi plan de vida.
“El precio de la
libertad es la vigilancia eterna. Seguiré consciente de mis actitudes para
permanecer libre”.
Buen día
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