23 FEBRERO
Mis proyecciones de lo
que el mañana pueda traer, solían llenarme con tanto miedo que era incapaz de
concentrarme en nada, ni en nadie más.
Después escuché el
dicho, sólo por hoy. Apoyándome en este dicho día a día me quitó muchas
preocupaciones de encima y me dio tiempo para apreciar donde estoy ahora.
Hoy estoy aprendiendo
que no es bueno preocuparse de lo que pueda ocurrir mañana. Yo puedo disfrutar
el hoy y dejar que el mañana se encargue de sí mismo.
Ya no necesito perder
el tiempo y energía temiendo esos espantosos mañanas, ya que después de todo,
cada “mañana” es meramente un precioso hoy más.
“Hoy viviré la jornada
de autodescubrimiento, un día a la vez”.
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