13 FEBRERO
En una carrera, cuando
la meta está a la vista, es cuando el corazón, los músculos, los nervios y el
ánimo se fuerzan casi hasta el punto de reventar. Así nos sucede a nosotros. La
meta de la vida se halla a la vista. Todo lo que necesitamos es el esfuerzo
final. Las más tristes historias de los hombres son las de aquellos que corrieron
bien, con ánimo esforzado y resuelto hasta llegar a la vista de la meta, y
entonces alguna flaqueza o auto-condescendencia los detuvo. Nunca supieron lo
cerca que estaban de la meta, y lo próximo que se hallaban de la victoria.
“Ruego poder
esforzarme por adelantar hasta alcanzar la meta. Pido poder no ceder en el
esfuerzo final”.
Buen día
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