10 FEBRERO
Como un árbol, tengo
que ser podado de muchas ramas muertas antes de estar preparado para producir
buenos frutos. Pienso en las personas transformadas como en los árboles, que
han sido despojados de sus ramas viejas, -podados, cortados y desnudos- pero a
través de las ramas oscuras, aparentemente muertas, fluye en silencio la savia
nueva hasta que el sol de la primavera acompaña a la nueva vida. Brotan las
hojas, los botones, las flores y los frutos, y su renacimiento es mejor por la
poda. Sé que estoy en las manos de un jardinero supremo que no comete errores
en sus podas.
“Lucharé en poder
desprenderme de las ramas muertas de mi vida. Pido no lamentar la poda, ya que
ello me ayudará a producir mejores frutos más adelante”.
Buen día
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