28 FEBRERO
Antes el temor era el
obstáculo principal en mi vida. Mis reacciones ante el temor incluían la
separación, el ocultamiento, la postergación, la huida o la autodegradación.
Ninguno de estos comportamientos me ayudó a superar mis temores. En realidad,
sólo empeoraban la situación. El temor aún se desliza dentro de mí, pero he
descubierto los instrumentos que me ayudan a superarlo. Ahora veo que el temor
en sí no es bueno ni malo. No es una señal de debilidad o cobardía, como
pensaba antes. Es sólo una señal que me indica que debo tomar alguna decisión o
hacer algo.
Lo primero que trato
de hacer ahora es reconocer cuando actúo impulsado por el temor. Reaccionar
impulsivamente en lugar de actuar adoptando decisiones conscientes es una señal
clara.
“Hoy lucharé por
abordar casi cualquier cosa que la vida me presente, o que en ocasiones arroje,
en mi camino. Ahora ya no le tengo miedo a mi temor”.
“Ahora sé que puedo
ocuparme de mis problemas sin que el temor me enloquezca”. Courage to Be Me