25 FEBRERO
“Toma tu vida en tus
manos y ¿qué ocurre? Algo terrible: nadie a quien culpar. Érica Young
Siempre hay un chivo
expiatorio a quien culpar si nuestros planes no funcionan: “Habría tenido más
éxito, pero este año la economía estuvo deprimida”... “Bueno, eso suena bien,
pero mi terapeuta me dijo que debo evitar demasiado estrés”…. “Yo quería
hacerlo, pero a mi esposa no le gustó la idea”…
Qué perspectiva más
aterradora es la de tomar tu vida en tus manos, decidir si vas o no vas aceptar la responsabilidad total de
tus acciones y decisiones.
¡Que portentosa –y a
veces aterradora- libertad te confiere la responsabilidad absoluta de tus
actos! A veces cometemos errores. A veces tropezamos y caemos. Pero, ¡qué tal
se siente cuando por fin uno hace las cosas bien, cuando uno decide dar el paso
y funciona! Es entonces cuando descubres que esas frágiles alas de mariposa de
tu espalda no están ahí de adorno. ¡Puedes volar!
Hazte cargo de tu
vida. Asume la responsabilidad de tus actos. A fin de cuentas, nadie más que tú
decide aquello que vas a hacer. Disfruta la libertad. Es algo que siempre has
tenido.
“Hoy asumiré la
responsabilidad total de mis actos. Fijaré mi curso de acuerdo con los dictados
de mi corazón y de mi conciencia”.
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