4 DE NOVIEMBRE
Todos tenemos
alternativas. Mis seres queridos deben tener la dignidad de tomar decisiones.
Puedo darles esa dignidad, diciéndoles: “eres libre de tomar tus propias decisiones” y así lo siento.
Pero como yo tengo
derecho a elegir luz en vez de oscuridad, y serenidad en vez de locura, debo
también darles a ellos la dignidad de aprender de sus decisiones “Yo siempre
los voy a querer”, les diré “pero las consecuencia de lo que elijan, serán su
responsabilidad. Yo les debo esa libertad”.
Sin embargo, yo no
externaré esos pensamientos mientras no está fuerte para llevarlos a cabo.
“Hoy haré elecciones
para mí mismo, y dejaré a otros la dignidad de hacer las propias”.
Buen día
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