3 DE NOVIEMBRE
A veces, cuando
enfrentamos un obstáculo difícil en la vida –un trabajo nuevo, una escuela
nueva, cualquier cosa nueva- es fácil sentirse abrumado Y empezar a creer lo
peor de nosotros. Tal vez no contamos con todo lo que hace falta, pensamos. Tal
vez deberíamos quedarnos como estábamos, nos guste o no nos guste el lugar en
cuestión.
Una de las cosas
maravillosas de ser humanos es nuestra capacidad para adaptarnos a situaciones
nuevas. Otra es nuestra habilidad para cambiar y crecer.
¿Qué situación nueva
enfrentas? Se trate de iniciar un proceso de recuperación, ocupar un puesto
nuevo, terminar una carrera, aprender a vivir divorciado o aprender a ser un
cónyuge feliz, tú estás capacitado para llevar a cabo cualquier cosa que la
vida te pida que hagas.
Es importante empezar
las cosas desde el principio, y a menudo eso implica sentirnos mal preparados
para la tarea que enfrentamos. Eso es bueno. Si te sintieras perfectamente
cómodo con todo lo que te rodeara, lo más seguro es que no estarías creciendo
ni aprendiendo algo nuevo.
Mantente alerta ante
aquello que te digas a ti mismo, ya sea que te digas “Yo puedo o No puedo”.
Después deja que las palabras se llenen de una confianza gozosa. Reconoce
cualquiera de los sentimientos que te impidan creer en ti mismo. Después dejar
ir esos sentimientos. Libérate del temor y de sentirte abrumado.
Tú puedes aprender la
tarea nueva. Puedes congeniar con tu nuevo jefe. Puedes aprender a cuidarte.
Puedes. Puedes. Y eso harás. Puedes y crecerás en ese nuevo papel.
No eres defectuoso.
Tampoco lo es tu pala. Tómala y cava.
Buen día
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