20 NOVIEMBRE
¡A veces es tan útil
tener un reloj despertador! En ocasiones, sin embargo, no es sino una
perturbación.
La verdad, como un
despertador, puede ser reconfortante o perturbadora. A veces me siento agradecido
cuando alguien expresa una verdad que me conforta. Por otro lado, hay momentos
en que la sinceridad me ha intimidado. ¿Cuántas veces no escuché verdades
acerca de mí que me dejaban irritado, perplejo o perturbado?
Cuando tengo la
oportunidad de escuchar una verdad que me molesta o hablar sobre ella, puedo
escoger. Puedo escucharla y progresar, puedo compartirla y progresar o puedo
ignorarla para mantener mi zona de seguridad. La verdad me proporciona simple y
llanamente una oportunidad de progresar. Saber qué hacer con ella me
corresponde a mí.
¿Cómo respondo cuando
suena el timbre de la verdad?
¿Enfrento la molestia
que la misma me causa para propiciar mi progreso?
Buen día
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