23 AGOSTO
Querido Yo interno,
Te estoy escribiendo
en un sincero esfuerzo de dar satisfacción. Estoy apenado por todo el infierno
que te hice pasar. Te alejé de la ayuda que necesitaste. Te hice demandas
imposibles, luego te castigué cuando no pudiste alcanzar aquellas expectativas
irreales.
Subestimé tu capacidad
para tomar de lleno la responsabilidad de tu vida. Dudé de ti cuando me
forzaste a experimentar completamente mis emociones dolorosas. Te acusé de
tratar de volverme loco cuando realmente estabas tratando de hacerme cuerdo. No
le di importancia a los momentos cuando tú me mostraste compasión y
preocupación genuinas. Me mofé de tus palabras de sabiduría. Tú siempre
poseíste la fuerza y el valor que necesité, pero yo estaba demasiado asustado
para confiar en ti.
Ahora tú eres mi mejor
amigo y una buena compañía cuando estoy asustado y solo. Te necesito y tú me
necesitas. Tú me conectas a mi Poder Superior y yo te conecto al mundo
exterior. Hacemos un gran equipo. Gracias por estar conmigo. Gracias por estar
conmigo aun cuando yo no estoy siempre para ti.
Con Amor, Tu Ser
Externo
“Hoy haré las paces
conmigo mismo, como una manera de estar en paz con el mundo”.
Buen día
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