12 AGOSTO
Con frecuencia, la idea de perdonar es pasada por alto, como si eso
fuera simplemente algún concepto de religión falto de realidad. En efecto, el
perdón es la base espiritual de dejar en libertad, de la autoestimación, y de
recuperación.
Un atributo interesante del perdón, es que procede de nuestro interior. Así
que debemos perdonarnos a nosotros mismos antes de poder perdonar a otros.
El acto de perdonarnos, hace posible el dejar libre a los demás mediante
el perdón. Nos permite recuperar nuestra autoestima, enfocando nuestra energía
lejos de los demás y dentro de nosotros. El perdón de uno mismo eleva la carga
pesada de culpa, enojo, resentimiento y odio, para que podamos lograr la
serenidad.
Como una de las bases de la recuperación, el perdón es un buen ritual
diario, cuando es enfocado apropiadamente en uno mismo. Después el perdón de
otros puede venir. Este enfoque ayuda en la recuperación tanto mía como la de
los demás.
“Hoy olvidaré mis propios defectos para que después pueda olvidar los de
otros”.
Buen día
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