9 AGOSTO
Quizá muchos
de nosotros hayamos pensado alguna vez: “¡Oh si yo pudiera alejarme de todo
esto y comenzar de nuevo!” Creemos que un nuevo comienzo lo resolvería todo;
que no cometeríamos los mismos errores nuevamente, y así tendríamos una
oportunidad de ser felices.
Naturalmente,
sabemos que esto es una fantasía pueril. El solo hecho de que se nos cruce esta
idea por la mente pone en duda nuestra madurez. Porque sabemos perfectamente
–admitámoslo o no- que no nos desprenderemos de nuestras dificultades. No
podremos escapar de nosotros mismos.
¿No es esto
una prueba clara de que muchas de nuestras dificultades son creadas por
nosotros mismos, como así también muchas de nuestras agonías?
Un gran paso
hacia la madurez es darme cuenta de que no podré cambiar las condiciones
eludiéndolas. Solamente podré cambiar mi punto de vista acerca de ellas y su
relación conmigo, y esto sólo será posible si yo mismo cambio.
“Poco a poco
podré cambiar mi mundo, no tratando de escapar hacia uno nuevo con mi viejo yo,
sino haciendo un nuevo yo de mi vieja persona”.
Buen día
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