22 AGOSTO
¿Qué hago si
una espina o una astilla se me introducen
en la mano? La saco lo más pronto posible. Seguramente no la dejaré
allí, doliéndome, hasta que se infecte la herida y la infección me invada todo
el cuerpo.
Sin embargo,
¿qué hago con las espinas de
resentimiento y odio cuando invaden mis pensamientos? ¿Las dejo allí y permito
que crezcan mientras aumentan mis sufrimientos?
Es verdad que
el resentimiento y el odio son más difíciles
de sacar de nuestros pensamientos que extraer una espina de un dedo;
pero tanto depende de ello, que trataré de hacer cuanto pueda para eliminarlos
antes de que pueda esparcirse el veneno.
“Si realmente
no quiero que se me hiera, y si estoy seguro de que la autocompasión no me da
cierta satisfacción, tomaré las medidas necesarias para librar mi mente de
emociones y pensamientos dolorosos. La mejor forma de hacer esto no es tratando
de ejercitar resueltamente mi fuerza de voluntad, sino reemplazando las ideas
hirientes con pensamientos de amor y gratitud”
No hay comentarios:
Publicar un comentario