lunes, 6 de agosto de 2018

6 AGOSTO



6 AGOSTO

Cuando imagino a los demás que necesitan ayuda, que sólo yo puedo salvarlos de una situación infortunada, tengo que detenerme. Detengo cada cosa que estoy planeando, cualquier acción que estoy a punto de proponer, detengo el pensar en las alternativas que podrían funcionar y me detengo cuando quiero arreglar todo.

Tengo que alejarme del remolino que quiere arrastrarme –el remolino de la irracionalidad que me sumerge completamente en los problemas de otros tanto que ya no existo más para mí.

Me recuerdo en ocasiones cuando permitía que los demás resolvieran sus problemas, y lo bien que lo hacían sin mi interferencia.

Algunas veces es solamente miedo lo que me empuja a actuar: miedo de que sin mi ayuda sean incapaces de resolver sus problemas, miedo a que ello empeoren las cosas, miedo a que arruinen sus vidas, ¡miedo de que ellos no necesiten más de mí!

Cuando permito que el miedo y la inseguridad dominen mi pensamiento, obstaculizo mi propio crecimiento y el de los demás. El Universo realmente guía a otros, así como a mí.

“Hoy superaré el miedo con la fe”.

Buen día

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