17 DE SEPTIEMBRE
En una etapa de mi
recuperación, me di cuenta que iba para atrás. Había caído en la vieja trampa
de pensar que todos los conocimientos adquiridos ayudarían a mi recuperación.
Olvidé que los conocimientos sin acción no sirven de nada. Un día un amigo me dijo: “Es como si alguna vez
plantaras una semilla, ella crecería, la cuidarías, le pondrías fertilizantes o
abonos, y después de todo eso vendría la floración. Pero después descuidaste la
planta y pereció”.
No necesitó decirme
más. Yo había dejado de poner el amoroso cuidado en recoger y alimentar las
nuevas semillas, y por supuesto no había crecido como lo habían hecho las
primeras.
Estoy agradecido de la
analogía de mi amigo. Necesito tener presente que mi recuperación es diaria. Recuperarse requiere constante
atención. Es como si fuera una planta anual, no la planta perenne que yo he
creído que era.
“Hoy recordaré que “mi
libertad de elegir” es un patrón de vida que sólo funciona si yo lo aplico todo
el tiempo”.
Buen día
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