martes, 19 de enero de 2016

19 ENERO

¿Por qué dejo que mis pensamientos se apresuren hacia el futuro? ¿Por qué persisto en imaginar tantas cosas pavorosas que pueden o no pueden ocurrir? El pánico y la preocupación nunca me han ayudado a resolver hoy, los problemas de la semana o el año entrante.

Cuando desperdicio el tiempo imaginándome todos estos “quizás” y “si es que”, quedo tan agotado que soy incapaz de manejar el hoy. Por otro lado, si me concentro en este día o en esta hora y uso toda mi capacidad, no me dará tiempo para proyectar un futuro que podría nunca llegar. Un hombre sabio dijo una vez: “es suficiente en cada día el mal que viene con él”.

Finalmente, viviendo sólo por hoy me ayuda a recordar que no necesariamente cada día es una lucha o un deber. Hay dones en cada nuevo día: bondad, paciencia, generosidad, belleza, amor. Cuando no pienso en el futuro como tampoco en el pasado, estoy listo para vivir más plenamente este precioso día, con todos sus dones.


“Hoy me negaré a echar a perder el hoy preocupándome por el mañana.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario