14 MARZO
¿Has tenido alguna vez
un ataque de pánico? Miremos donde miremos, las exigencias de la vida nos
agobian. Estamos paralizados y no sabemos qué hacer. ¿Cómo interrumpimos un
ataque de ansiedad?
Antes que nada,
paramos. No podemos ocuparnos de todo al mismo tiempo, así que paramos durante
un momento y dejamos que las cosas se calmen. Después hacemos un “inventario en
el acto” de lo que nos molesta. Examinamos cada detalle y nos hacemos la
siguiente pregunta: “¿Es realmente importante?” En la mayoría de los casos
veremos que la mayor parte de nuestros miedos y preocupaciones no requieren
nuestra atención inmediata. Podemos dejarlos a un lado y ocuparnos de los
asuntos que haya que resolver enseguida.
Luego volvemos a parar
y nos preguntamos: “De todas formas, ¿quién tiene el control aquí?”
Los ataques de
ansiedad no tienen por qué paralizarnos.
“Hoy podemos
utilizar los nuevos recursos que hemos
aprendido para afrontar cualquier problema que se nos presente”.
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