27 DE SEPTIEMBRE
Hemos
intentado una y otra vez vivir de acuerdo a las expectativas de quienes nos
rodeaban. Quizás nos educaron creyendo que éramos buenos sólo si sacábamos
buenas notas en la escuela, ordenábamos nuestra habitación, o nos vestíamos de
determinada manera. Siempre con el deseo
de estar integrados y que nos quisieran, muchos nos pasamos la vida tratando de
“encajar”, pero, al parecer, sin conseguir estar a la altura de ello.
Ahora, nos
aceptan tal como somos. Nuestro auténtico valor para los demás reside en ser
nosotros mismos. Estamos aprendiendo a aceptarnos. Y a partir de ahí, somos
libres de convertirnos en lo que queremos ser.
Cada uno de
nosotros tiene muchas cualidades buenas que compartir con los demás. Nuestra
experiencia, compartida honestamente, ayuda a los demás a encontrar el grado de
identificación que necesitan para empezar su nueva vida. Descubrimos que todos
tenemos dones especiales que brindar a quienes nos rodean.
“Ahora mi experiencia es el mejor regalo que puedo hacer a los
demás”.
Buen día
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