26 DE SEPTIEMBRE
La mayoría de
los seres humanos tiene una necesidad instintiva de ser aceptados. El deseo de
ser aceptados, de mantener la paz, nos ayuda a entendernos con otros y a formar
parte de la sociedad. Este instinto ha permitido la supervivencia a muchas
civilizaciones y no resulta dañino siempre que se conserve el sentido del
equilibrio.
La necesidad
de agradar a las demás personas se puede volver destructiva cuando paso por
alto mis propias necesidades y sacrifico continuamente mi propio bienestar en
favor de ellas.
Hoy puedo
encontrar el término medio que me permite responder a mis sentimientos,
incluido mi deseo de ser aceptado, y todavía ser capaz de cuidar de mí mismo.
La mejor
manera de mantener este equilibrio es fomentar mi autoestima. Cuando me trato a
mí mismo con amabilidad y respeto, puedo llevarme mejor con las demás personas.
“Reconoceré
que todos mis instintos y sentimientos existen
por una razón determinada. Hoy, en vez
de tratar de erradicar estos sentimientos, lucharé por encontrar un
equilibrio”.
Buen día
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