18 DE SEPTIEMBRE
¡Qué fácil es
señalar las faltas de los demás! Hay una
razón: los defectos que mejor identificamos en los otros suelen ser los que nos
resultan más familiares en nuestro propio carácter. Quizás notemos la tendencia
de nuestros mejores amigos a gastar demasiado dinero, pero si examinamos
nuestros propios hábitos probablemente notaremos la misma compulsión.
A menudo, lo
que nos disgusta de los demás es lo que nos disgusta de nosotros. Podemos
aprovechar esta observación para nuestro beneficio. Cuando sintamos el impulso de
juzgar a los demás, podemos cambiarle el rumbo y dirigirlo a nosotros para
reconocer más claramente nuestros propios defectos. Lo que veamos nos ayudará a
dirigir nuestras acciones hacia una nueva vida y a convertirnos en individuos
sanos y felices.
“Hoy miraré
más allá de los defectos de carácter de los demás y reconoceré los míos”.
Buen día
No hay comentarios:
Publicar un comentario