jueves, 28 de junio de 2018

ESCUCHAR A NUESTROS HIJOS





TERAPIA COGNITIVO CONDUCTUAL PARA ADOLESCENTES

  ESCUCHAR A NUESTRO HIJOS




Para un adolescente no siempre es sencillo hablar con sus padres y confiarles sus ideas y sentimientos. Para los padres tampoco es fácil mantener un ambiente que invite a nuestro hijo a expresarse.

¿Hablas frecuentemente con tu hijo o hija? ¿compartes con él o ella tus sentimientos, ideas y experiencias?.
¿Es común que tu hijo te haga confidencias? Cuando escuchas a tu hijo, ¿logras entender realmente lo que le sucede y lo que siente? ¿Le permites hablar de cualquier tema y de todo tipo de sentimientos?
¿Lo animas a seguir confiándote sus cosas? ¿Le impides hablar de situaciones incómodas?

Necesitamos aprender a escuchar, escuchar de verdad.

Los adolescentes no suelen estar muy dispuestos a compartir sus ideas y sentimientos con los padres, pero cuando desean hacerlo son especialmente sensibles al tipo de atención que les damos. Es importante saber aprovechar las oportunidades de comunicación cuando se presentan, pues si nuestro hijo percibe que nos interesamos  y valoramos sus asuntos, se sentirá apreciado y confiará más en nosotros.

Mantener una comunicación abierta con nuestro hijo requiere, además de nuestro amor e interés sincero.

Práctica estas habilidades de comunicación.
·     
      -Deja de hacer cualquier otra cosa mientras hablas con tu hijo.
·    -Mirarlo a los ojos.
·    -Concéntrate en lo que te dice.
·     -Hazle saber que sus alegrías, tristeza o enojos, son importantes para ti.
·      -Cuando estés ocupado,  valora si tu hijo, requiere una atención inmediata o puede aplazar la conversación. Si es así, podes decir: “Dame diez minutos y enseguida estoy contigo” y después de ese tiempo atenderlo y agradecer su paciencia y su capacidad de espera.
·      -Cuidar el lenguaje de nuestro cuerpo. Cruzar los brazos y las piernas, levantar las cejas, mirar hacia arriba, fruncir la boca significa que estamos cerrando a los que nos comunica. En cambio expresiones como: “Aja”, “Si”, “Mmm”, “Ya veo”; inclinarnos hacia él, asistir con la cabeza, tocarlo y abrazarlo o mostrar una postura que le indique “te estoy escuchando”, lo invita a confiar en nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario