15 Junio
A menudo oímos decir
que “cuando el dolor de seguir igual es más grande que el de cambiar,
cambiamos”. El miedo puede impedirnos crecer; miedo a terminar relaciones,
cambiar de profesión, empezar nuevas amistades o intentar cualquier cosa fuera
de lo habitual. Mantenemos situaciones que ya no funcionan, sencillamente
porque lo familiar parece más seguro que lo desconocido.
Cualquier cambio
implica superar el miedo. ¿Y si me quedo solo para siempre?, quizás pensemos al
considerar la idea de dejar a nuestra pareja. ¿Y si descubro que soy
incompetente?, tal vez nos preguntemos ante la posibilidad de cambiar de
profesión. Puede que nos resistamos ir a reuniones nuevas porque tendremos que
establecer nuevos contactos. Nuestra mente elabora miles de excusas para seguir exactamente
donde estamos, temerosos de probar algo nuevo.
Vemos que la mayor
parte de nuestro sufrimiento no proviene del cambio, sino de la resistencia a
éste. Hoy he aprendido que el cambio consiste en cómo avanzamos en nuestra
vida. Amigos, relaciones, intereses y desafíos nuevos reemplazan a los viejos.
Con estas cosas nuevas en nuestra vida, encontramos nuevas alegrías y amores.
Sólo por hoy: Me
desprenderé de lo viejo, me entregaré a lo nuevo y creceré.
Buen día
No hay comentarios:
Publicar un comentario