TERAPIA COGNITIVO CONDUCTUAL PARA ADOLESCENTES
ESCUCHAR A NUESTRO HIJOS
Para un adolescente no siempre es sencillo
hablar con sus padres y confiarles sus ideas y sentimientos. Para los padres
tampoco es fácil mantener un ambiente que invite a nuestro hijo a expresarse.
¿Hablas frecuentemente con tu hijo o hija?
¿compartes con él o ella tus sentimientos, ideas y experiencias?.
¿Es común que tu hijo te haga confidencias?
Cuando escuchas a tu hijo, ¿logras entender realmente lo que le sucede y lo que
siente? ¿Le permites hablar de cualquier tema y de todo tipo de sentimientos?
¿Lo animas a seguir confiándote sus cosas? ¿Le
impides hablar de situaciones incómodas?
Necesitamos aprender a
escuchar, escuchar de verdad.
Los adolescentes no suelen
estar muy dispuestos a compartir sus ideas y sentimientos con los padres, pero
cuando desean hacerlo son especialmente sensibles al tipo de atención que les
damos. Es importante saber aprovechar las oportunidades de comunicación cuando
se presentan, pues si nuestro hijo percibe que nos interesamos y valoramos sus asuntos, se sentirá apreciado
y confiará más en nosotros.
Mantener una comunicación abierta con nuestro
hijo requiere, además de nuestro amor e interés sincero.
Práctica
estas habilidades de comunicación.
·
-Deja de hacer cualquier otra
cosa mientras hablas con tu hijo.
· -Mirarlo a los ojos.
· -Concéntrate en lo que te dice.
· -Hazle saber que sus alegrías,
tristeza o enojos, son importantes para ti.
· -Cuando estés ocupado, valora si tu hijo, requiere una atención
inmediata o puede aplazar la conversación. Si es así, podes decir: “Dame diez
minutos y enseguida estoy contigo” y después de ese tiempo atenderlo y
agradecer su paciencia y su capacidad de espera.
· -Cuidar el lenguaje de nuestro
cuerpo. Cruzar los brazos y las piernas, levantar las cejas, mirar hacia
arriba, fruncir la boca significa que estamos cerrando a los que nos comunica.
En cambio expresiones como: “Aja”, “Si”, “Mmm”, “Ya veo”; inclinarnos hacia él,
asistir con la cabeza, tocarlo y abrazarlo o mostrar una postura que le indique
“te estoy escuchando”, lo invita a confiar en nosotros.