23 MARZO
Todos nosotros
enfrentamos complicaciones y problemas en la vida cotidiana. A veces me agrada
creer que podríamos ocuparnos de todos nuestros problemas ahora mismo, pero muy
rara vez ocurre así. Si recordamos el lema “un día a la vez” cuando estamos a
punto de sentir pánico, aprenderemos que la mejor manera de lidiar con las
cosas es “darlas vuelta”. Tratamos paso a paso de hacer las cosas de la mejor
manera posible. Decimos “un día a la vez” y lo hacemos – un día a la vez.
“Que incluso las
palabras “un día a la vez” me sirvan para aminorar la marcha en mi prisa para
lograr las cosas demasiado rápido. Que esas palabras sean suficientes como para aflojar el acelerador que me hunde
en situaciones, sin pensarlo bien antes de actuar, para disminuir la cantidad
de horas que utilizo en búsqueda de la felicidad material. Que pueda prestar
atención al adagio de que Roma no fue construida en un día. Tampoco podré
encontrar soluciones a mis problemas de una vez”.
“Tómalo con calma”.
Buen día
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