6 ENERO
Preocuparse es un
hábito adquirido de la repetición hasta llegar a ser una poderosa y destructiva
obsesión.
Estoy aprendiendo que
puedo cambiar mi preocupación y pensamientos negativos, mediante mi consciente
y deliberada práctica, puedo sustituir mi preocupación por formas positivas de
pensamiento, puedo cultivar buenos hábitos a través de la repetición, tal como
una vez cultivé los malos hábitos.
La preocupación no es
productiva. No resuelve los problemas. Necesito soltar a las personas y las
situaciones que me originen la preocupación. Sólo entonces puedo sustituir los
pensamientos obsesivos con sinceros agradecimientos de que la vida está
haciéndose cargo de mis angustias mucho mejor de lo que yo pudiera hacerlo.
“Hoy me rehusaré a
preocuparme.”
Buen día
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