1º JULIO
Todos tenemos
conflictos de vez en cuando. Quizás simplemente no nos llevamos bien con ese
compañero nuevo de trabajo, o nuestros amigos nos ponen nerviosos. Tal vez
nuestra pareja no responde a nuestras expectativas.
Muchas veces, cuando
empezamos a montar en cólera, es buena idea alejarnos de la situación hasta que
se enfríe la mente. Siempre podemos volver a dialogar cuando nos hayamos
calmado. Es imposible evitar situaciones problemáticas, pero podemos utilizar
el tiempo y la distancia para ver las cosas desde otra óptica.
Los conflictos son
parte de la vida. No podemos vivirla sin encontrarnos desacuerdos y diferencias de opinión. A veces es posible
alejarse de esas situaciones y tomarse un tiempo para pensar, pero siempre
llega un momento en el que hay que resolver el conflicto. Entonces, respiramos
hondo, aplicamos la honestidad, receptividad, responsabilidad, indulgencia y
confianza. No estamos limpios para seguir huyendo de la vida y ya no tenemos
que escapar.
“Procuraré afrontar
los conflictos de una manera sana”.
Buen día
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