lunes, 15 de octubre de 2018

15 OCTUBRE


15 OCTUBRE

La forma más afectuosa de desprendimiento emocional de la que he sido testigo ha sido el perdón. En vez de considerar el perdón como un borrador para limpiar las pizarras de otros o un mazo para dictar el veredicto de “inocente”, pienso que el perdón es un par de tijeras que puedo usar para cortar los hilos del resentimiento que me unen a problemas o a heridas pasadas. Al cortar con el resentimiento, me libero.

Cuando me encuentro consumido por sentimientos negativos a causa del comportamiento de otra persona, veo que he perdido la perspectiva. No tengo qué tolerar lo que considero inaceptable pero revolcarme en la negatividad no alterará la situación. Si hay algo que pueda hacer, soy libre de hacerlo. Al soltar verdaderamente las riendas, me desprendo y perdono.

Cuando mis pensamientos están llenos  de amargura, temor, autocompasión y venganza, hay poco sitio para el amor o para la voz suave dentro de mí que me guía. Estoy dispuesto a quererme lo suficiente como para admitir que los resentimientos me cohíben y así poder librarme de ellos.

“Cada vez que trato de apretar el lazo del resentimiento alrededor del cuello de alguien estoy solamente ahogándome a mí mismo. Hoy, en cambio, practicaré el perdón”.

Buen día


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