11 OCTUBRE
Toda la
filosofía de la vida se condensa en el lema “Vivir y dejar vivir”. Primero se
nos exhorta a que vivamos en forma integral, abundante y feliz para cumplir
nuestro destino con la alegría que se obtiene cuando hacemos todo bien. Luego
se presenta un desafío más difícil: “Dejar vivir”. Esto significa aceptar el
derecho de otra persona a vivir como lo desee, sin crítica ni juicio de nuestra
parte. Este lema excluye el desprecio para los que no piensen como nosotros.
También nos advierte contra los resentimientos, recordándonos que no debemos
interpretar las acciones de otras personas como agravios intencionales contra
nosotros. ¿Estoy menos tentado de ocupar mi mente con pensamientos de cómo
otras personas actúan o viven?
“Hoy debo
vivir en forma plena, entendiendo que la mera búsqueda del placer no es
encontrar el placer, por el contrario, se debe compartir la bondad de la vida. Hoy puedo participar en
eso. Que aprenda a no apropiarme de la responsabilidad por las decisiones de
otra persona, esa es mi forma antigua de probar a mi manera, una vez más, que
soy el director de las vidas de otras personas”
“Vivir y dejar
vivir”.
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