jueves, 11 de enero de 2018

11 ENERO

11 ENERO

¡Cuán a menudo busco la aprobación de otros! El proyecto en el trabajo puede tener éxito, pero el sentirme bien depende de que se me reconozca ese éxito. La comida que preparo en casa no es tan sabrosa cuando nadie elogia a la cocinera. Me resiento por los favores que hago a mis hijos y que ellos olvidan agradecerme.

Todos necesitamos a veces una palmadita en la espalda. Pero cuando el aplauso de otros se transforma  en la razón de mi conducta y una necesidad para sentirme satisfecho, entonces les he otorgado poder sobre mí.

La gente puede olvidarse de observar las cosas sobresalientes que he hecho, o no sentirse cómoda alabándome. No tengo que ofenderme. La autocompasión y el resentimiento no son únicas opciones. Si puedo aprender a evaluar mis propias acciones y mi conducta y a valorar mi propio juicio, entonces la aprobación de otro será agradable pero no esencial para mi serenidad.


“Sólo por hoy me apreciaré, no buscaré la aprobación de otros, me la daré yo mismo. Me permitiré reconocer que estoy haciendo las cosas lo mejor posible. Lo mejor que haga hoy será suficientemente bueno.”

Buen día

No hay comentarios:

Publicar un comentario