19 DICIEMBRE
Podemos considerar al
mundo material como la arcilla con la que trabaja el artista, para hacer de
ella algo bello o algo feo. No tenemos por qué temerle a las cosas materiales,
que no son ni buenas ni malas en un sentido moral. Parece que no existe ninguna fuerza activa del mal –ninguna maldad- fuera del hombre. A lo único
que debemos temer es al hombre de mala fe. Sólo el hombre puede tener malas
intenciones –sentimientos, malevolencia, odio y venganza o buenas intenciones
–amor y buena voluntad-. Puede hacer algo feo o algo bello de la arcilla de la
vida.
“Hoy haré algo bueno
de mi vida. Que sea buen artesano de los materiales que me han sido dados para
mi uso.”
Buen día
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