25 DE SEPTIEMBRE
La magia de un relato
está en los espacios entre las palabras.
Cuando leemos una
novela, a menudo encontramos que el autor sólo nos presenta los elementos más
escuetos de una escena y, a pesar de ello, nuestra imaginación llena los vacíos
con base en nuestras experiencias, nuestras esperanzas, nuestros deseos. No
necesitamos que el autor nos dé todos los detalles.
Lo mismo pasa en la
vida. A menudo sólo se nos brinda el bosquejo más escueto del camino que
debemos recorrer y, a pesar de ello, si nos callamos y escuchamos nuestro
corazón, podemos escuchar los pormenores de nuestro camino que nos son
explicados, un paso a la vez. No es necesario que tengamos todo expuesto frente
a nosotros de antemano. Si así fuera, ya no tendríamos una razón para hacer el
viaje. Podríamos simplemente leer sobre él.
Levántate.
Vive tu camino con
corazón.
Llena los vacíos tú
mismo.
“Hoy seré fuerte para
descubrir cómo termina la historia viviéndola hasta el final, en vez de querer
leerla por anticipado”.
Buen día
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