22 DE SEPTIEMBRE
Cuando me concentro en
mezquinidades que me molestan y me producen resentimiento, el cual aumenta cada
día, olvido que puedo ensanchar mi mundo y ampliar mi perspectiva. Éste es el
método de rebajar las preocupaciones a sus verdaderas dimensiones. Al preocuparme
de pequeñeces, malgasto la energía espiritual que podría, usar provechosamente.
¿Estoy dispuesto a malgastar mi vida de este modo?
Cuando alguien o algo
me perturban he de ver el incidente en relación con el resto de mi vida,
especialmente de la parte buena de la misma, por la que yo debería estar
agradecido. Una visión más amplia de mis circunstancias me capacitará para
tratar de superar todas las dificultades, grandes y pequeñas.
“Me niego a permitir
que mi serenidad perezca ahogada en acontecimientos sin importancia. No me
sentiré molesto por lo que otros hagan, tanto si su intención es herirme como
si no lo es. No perturbaré mis pensamientos con resentimientos; ello no sólo no
me aprovecharía, sino que me perjudicaría”.
Buen día
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