12 SEPTIEMBRE
Al enfrentarnos con el
cambio, con un problema o con un descubrimiento, la conciencia viene seguida de
un período de aceptación antes de pasar a la acción. A este proceso se le llama
a menudo; conciencia, aceptación y acción.
Enfrentarnos a nuestra
nueva conciencia puede resultar extremadamente incomoda. Sin embargo, si no
aceptamos la realidad con la cual nos enfrentamos, posiblemente no seamos
capaces de tomar medidas efectivas con confianza.
No obstante es posible
que dudemos en aceptar una realidad desagradable pensando que al aceptarla,
perdonamos lo intolerable. Pero esto no es así; “la aceptación no significa
sumisión a una situación degradante. Significa aceptar una situación y luego
decidir lo que vamos a hacer al respecto”. La aceptación nos puede dar poder ya
que hace que la decisión sea posible.
“Hoy me daré tiempo
para aceptar mi situación antes de actuar. Puede que surjan opciones
desconocidas cuando acepte la realidad”.
Buen día
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