20 OCTUBRE
Escaparme parece una
mala idea, pero a veces es deseable y necesario. Cuando otros me critican
injustamente, me inculpan o abusan de mí mentalmente, puedo escoger simplemente
alejarme.
Todos hemos escuchado
que “garrotazos y pedradas rompen mis huesos, pero las palabras nunca me
causarán daño”. Sin embargo, cuando una agresión verbal sobreviene, es difícil
ignorar las acusaciones, amenazas, humillaciones. Sin duda lastiman y duelen,
sobre todo cuando son infligidas por amigos y seres queridos, y por todos
aquellos a quienes con diligencia tratamos de ayudar.
Cuando repentina e
inesperadamente nos enfrentamos a tales situaciones, la mejor defensa que
tenemos es que si alguien dice tal cosa, habremos de tener presente que eso no
es consistente. Debemos estar preparados, antes que se presente una crisis con
esta simple defensa, pero prevenidos y armados tenemos una mejor oportunidad de
escapar al menos mentalmente, cuando somos confrontados súbitamente con un
ataque injusto y sin amor.
“Hoy recordaré que
alejarme de un conflicto puede ser una manera de desprenderme de ese problema”.
Buen día
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