8 DE NOVIEMBRE
“Sólo por hoy…
Le haré un bien a alguien sin esperar recompensa y sin que nadie lo sepa; si
alguien se entera, esto no contaría.” ¡Qué magnífica acción! Me ayudará a
deshacerme de un antiguo hábito que consiste en comportarme de manera amable o
generosa con el objeto de recibir algo a cambio. Sin embargo, sólo realizando
un acto de amor sin esperar retribución, podré obtener la verdadera recompensa
por mi generosidad.
Hoy estoy
aprendiendo que dar no significa sustraer algo de mí o de otra persona. Si es
incondicional, todo el mundo se beneficia. Todo gesto bueno y cariñoso apacigua
mi alma y contribuye a un mundo mejor. Estas acciones anónimas y positivas son
los ladrillos que sirven para construir un vigoroso bienestar espiritual. Mi auto
respeto aumenta porque estoy conforme con mi comportamiento; estoy comprometido
a concretar objetivos valiosos.
“Hoy pondré en
acción mi afecto incondicional. Cuando doy libremente, sin esperar recompensa,
siempre recibo más de lo que doy.” Mechtild de Magdeburgo
“Soy fruto del
amor. Por ello, nada sino el amor conseguirá liberarme o expresar mi belleza.”
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