6 DE NOVIEMBRE
Si yo pudiera
hacer una clara distinción entre el egoísmo y el amor de sí mismo, daría un
paso gigantesco en el cambio de mi actitud hacia los demás. El egoísmo es el
origen de hostilidad y arrogancia, el gran ego alrededor del cual todo debe girar. Me incapacita para
ver otro punto de vista distinto del mío. Es la señal de una mente cerrada a
todo sentimiento real por los demás.
El amor de sí
mismo, por otra parte, cumple con: “Sólo podemos amar a los demás y ayudarnos,
cuando estamos en paz con nosotros mismos”. Cuando valoramos nuestra propia
dignidad y lo que somos como seres humanos, estamos mejor capacitados parta
compadecernos de los demás.
“A menudo, el
egoísmo usa una máscara de falsa humildad, tras la cual exageramos nuestra
propia importancia, y justificamos las injusticias que hacemos a los demás. La
verdadera humildad proviene del amor de sí mismo. La verdadera humildad
proviene del amor de sí mismo, que es la concepción de cómo realmente somos.”
“Decide ser tú
mismo y aprende que quien se halla a sí mismo pierde aflicción.” Matthew Arnold
Buen día
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