martes, 10 de abril de 2018

10 ABRIL


10 ABRIL

Cuando los demás aprueban lo que decimos o hacemos nos sentimos bien; cuando lo desaprueban, nos sentimos mal. Las opiniones sobre nosotros, o cómo nos hacen sentir esas opiniones, pueden ser algo positivo. Cuando nos hacen sentir bien porque vamos por buen camino, nos animan a seguir.

Pero “agradar a los demás” es algo completamente diferente. Tratamos de “agradar a los demás”  cuando hacemos algo, bien o mal, únicamente para conseguir la aprobación de otra persona.

La baja autoestima nos hace creer que necesitamos la aprobación de otro para sentirnos bien con nosotros. Hacemos lo que sea para que los demás nos digan que somos maravillosos. Nos sentimos bien un tiempo y después empieza a hacernos daño. Al tratar de agradar a otra persona, nos subestimamos  y subestimamos nuestros valores. Descubrimos que la aprobación de los demás no llena el vacío que tenemos dentro.

Es posible encontrar la satisfacción interna que buscamos, haciendo lo correcto por motivos correctos. Rompemos el círculo de agradar a los demás cuando dejamos de actuar únicamente para conseguir su aprobación y empezamos a comportarnos de acuerdo a lo que nosotros queremos. Cuando lo hagamos, es posible que nos sorprenda gratamente descubrir que las personas que realmente cuentan en nuestra vida aprobarán mucho más nuestra conducta. Pero los más importante, nos aprobaremos nosotros.

Buen día

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