martes, 15 de agosto de 2017

15 AGOSTO

15 AGOSTO

Sufrimos más de lo que necesitamos, y más a menudo, probablemente porque lo queremos. Muchos reabrimos viejas heridas  solamente por vivir en el pasado: “¿Qué hizo él, o ella, la semana pasada, o el año pasado?” Muchos vivimos con un innecesario temor de lo que el futuro puede traer.

Un ejercicio interesante y recompensador para el día de hoy podrá ser examinar  todo lo que me hiere en este momento. Pondré en tela de juicio su validez y veré si hay alguna base para mi amargura, o para ese temor y espanto. Probablemente descubriré, con alegría, que tengo en este momento suficientes razones para estar feliz y contento.

¿Por qué yo me permito sufrir? ¿Hay algún significado o validez en los motivos por los cuales me permito sufrir? ¿Qué pasaría si “él dijera o ella dijera aquello?” Aun cuando lo que se dijo hubiese estado destinado a herirme, esto será posible, si mantengo mi mente en guardia.

“Algunas de tus heridas las habrás restañado, y habrás sobrevivido aun a las más cruentas de ellas;  pero cuantas angustias y penas has soportado, por males que nunca llegaron”.  Ralph Waldo Emerson


Buen día 

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