1º AGOSTO
Cuando comience a comparar mi vida con las vidas de los demás, comenzaré
a cercarme al borde del pantano tenebroso de la autoconmiseración. Por otro lado, si creo que lo que hago es
bueno y correcto, no dependerá tanto de la admiración no de la aprobación de
los demás. La aprobación está bien y es buena, pero no es esencial para mi
satisfacción interna.
Hoy estoy dispuesto a desprenderme de la autoconmiseración, para
disminuir su poder de destruirme. ¿Estoy
aprendiendo cómo otras personas han lidiado con sus problemas para aplicar esas
lecciones a mi propia vida?
“Hoy me otorgaré la cualidad de estar siempre atento al punto de dónde
vengo y de las nuevas metas que me ha motivado a fijar. Hoy dejaré de buscar la
aprobación de la gente, dado que soy capaz de admirarme o elogiarme a mí mismo
si siento que lo merezco”.
Buen día
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