11 AGOSTO
He aprendido con el tiempo algunos consejos que ya he puesto en práctica
en mi vida.
Por ejemplo: “Vive y deja vivir”. Estas cuatro palabras condensan toda
una filosofía de vida. Primero, se me aconseja vivir, vivir rica y felizmente,
y cumplir nuestro destino con el gozo que proviene de hacer las cosas lo mejor
que podemos. Luego viene el consejo más difícil. Deja vivir. Esto significa
reconocer el derecho de que cada ser humano tiene a vivir en la forma que
quiera, sin censuras ni juicios de parte de nosotros. Esto excluye el desprecio
por quienes no piensan como nosotros. También nos advierte contra el
resentimiento, y nos dice que nos abstengamos de suponer que las acciones de
otras personas están destinadas intencionalmente a herirnos.
Cuanto más piense yo acerca de la vida y en dejar vivir a otros, más aprenderé
de ella. Trataré de adoptar esto como regla con que medir todo lo que yo haga,
especialmente en lo que se relaciona con otras personas.
“Cuando mis pensamientos se concentren en aprender a vivir, estaré menos
tentado a llenarme la mente con pensamientos acerca de cómo viven otros”.
Buen día
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