3 DICIEMBRE
Hay preguntas,
y muchos de nosotros las hacemos, que nos llevan al extremo de la frustración:
“¿Por qué no puede él o ella …?”, “qué está tramando?”, “por qué no puedo
hacerle ver…?”.
Son sencillas,
pero dicen mucho. Revelan nuestra convicción de que estamos en control, que
sabemos lo que debe hacerse, que nuestro sentido común es mayor que el de los
demás. Nos conducen, sin embargo, a la frustración porque no estamos en
control… de nadie ni de nada, sino de nosotros mismos.
El escritor
Tomas Merton dice: “no siga formulándose preguntas que no tienen significado; o
si lo tienen, usted lo averiguará cuando necesite… averiguar las preguntas y
las respuestas”.
“Especular
sobre la actitud y los motivos de otras personas es una pérdida de tiempo y
esfuerzo. Investigar las razones de los míos es una travesía de
descubrimiento.”
Buen día
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