jueves, 20 de julio de 2017

20 JULIO

20 JULIO

En nuestro pasado la alegría era un huésped ocasional. Hoy he aprendido a recibirla con más frecuencia.  Pero en lugar de disfrutar de esos momentos agradables, tendemos a aferrarnos desesperadamente a la felicidad, tratando de congelar el tiempo y evitar los cambios, como si nuestra alegría fuese ser arrebatada para siempre en el instante en que bajemos la guardia. Por ocuparnos demasiado de evitar cambios, no disfrutamos los dones que tememos perder. Aferrándonos a aquello que más queremos conservar, lo perdemos más rápidamente.

El cambio es inevitable. Podemos contar con ello. Al estar dispuestos a aceptar los cambios, permitimos disfrutar de la vida. Dejando de lado nuestros esfuerzos para dirigir el futuro, nos liberamos y podemos  experimentar el presente, sentir nuestros sentimientos en el momento apropiado y disfrutar profundamente esos valiosos momentos de alegría que constituyen una bendición.


“Cuánto más tratemos de apoderarnos de un momento, o de una sensación placentera… más esquivo se vuelve. Es como tratar de sostener agua en las manos –cuánto más aprieto, más rápidamente se me escapa a través de los dedos”.  Alan Watts

Buen día 

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