23 OCTUBRE
¿Nunca has tenido un
día en que todo parece ir en tu contra? ¿No pasas por épocas en las que estás
tan ocupado haciendo el inventario de los demás que apenas te soportas? ¿Y
cuándo le contestas mal a un compañero de trabajo o a un ser querido sin razón
alguna? Cuando nos sorprendemos en este sombrío estado de ánimo, debemos tomar
medidas.
Reservamos unos
minutos en algún momento del día y hacemos un “inventario en el acto”.
Examinamos cómo estamos reaccionando ante las situaciones externas y los demás.
Si lo hacemos quizás descubramos que sencillamente padecemos de la “mala
actitud” de siempre. Una forma negativa de ver las cosas puede dañar la
relación con la gente que nos rodea. Si somos honestos con nosotros, por lo general
nos damos cuenta de que el problema está en nosotros y nuestra actitud.
No tenemos dominio
sobre los retos que nos presenta la vida. Pero podemos controlar cómo
reaccionamos ante ellos. En cualquier momento podemos cambiar de actitud. Lo
único que realmente cambia somos nosotros.
“A lo largo del día
revisaré mi actitud”.
Buen día
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