18 FEBRERO
Si hoy me enfado, haré
una pausa y pensaré antes de decir algo, recordando que mi enojo puede volverse
en mi contra y empeorará mis dificultades. Trataré de recordar que callar a
tiempo puede brindarme control de una situación tensa, algo que no ocurre con
reproches airados. ¿He aprendido que
sólo yo puedo destruir mi propia tranquilidad mental?
Que sepa que puedo
escoger cómo manejar mi enojo –en silencio o con una rabieta, con furia, una
pelea a puñetazos, una pelea con almohadas, una discusión, un plan detallado
para desquitarme de la persona que lo causó, una mirada glacial, una
declaración fría de odio o una declaración simple como: “Estoy enojado contigo
porque….”. Si fuera necesario, que pueda convertir mi enojo en energía y con
ella lavar mi automóvil, jugar a los bolos, al tenis, o limpiar la casa.
Hoy recordaré: “Estoy
enfadado porque…”
Buen día
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